Evitar el miedo...

A veces la vida nos pone problemas que nos angustian; La falta de ocupación, las deudas, ese trabajo que debería estar listo hace meses, la separación de alguien a quien hemos querido, etc. Si por un momento consideramos que todas las dificultades que nos toca atravesar en esta etapa de nuestra vida son oportunidades que el destino nos ofrece para crecer ¿no se vería entonces todo de otra manera?

No sería raro que todos nos identificáramos con estos problemas pues todos los humanos nos parecemos y sufrimos por las mismas cosas. Podemos tomar lo que la vida nos ofrece como obstáculos pero es más razonable y saludable tomarlo como oportunidades para avanzar. En cuanto damos la bienvenida al sufrimiento, este desaparece pierde su veneno y se convierte en algo más puro. Es siempre más inteligente afrontar directamente un problema o un peligro que esconderse o huir de él. Si en nuestra vida hay algo que asoma la cabeza sea lo que sea. lo mejor es ponerle cara para saber con que o con quien tenemos que vérnoslas.

Siempre pensamos que la culpa esta fuera de nosotros, la tiene mi jefe, mi pareja, la situación económica del país, el mal funcionamiento de nuestro pueblo, al egoísmo y charlatanería de los p o l í t i c o s , el fracaso de nuestro matrimonio a una tercera persona que se interpuso en nuestro camino. Es increíble con qué facilidad culpamos a nuestro trabajo de nuestra falta de creatividad, a nuestro padres de un mal rasgo de carácter a nuestros hijos de nuestra renuncia a toda aspiración personal .Es sencillo no aceptar las cosas como son y apuntar a alguien o a algo como causante de nuestras penas cuando ese dedo debería dar la vuelta y apuntarnos a nosotros mismos, porque todo absolutamente todo, depende en una gran medida de nosotros mismos, de cómo vivamos lo inevitable de como aceptemos a los demás y las circunstancias , de cómo nos aceptemos y muchas veces nos perdonemos a nosotros mismos, de cómo dejemos fluir las cosas sin acritud, sin miedos y sin problemas.

O eres consciente de tus enfados, tus nervios, tus preocupaciones o ellos te dominaran, es así de sencillo, si no piensas en ellos, ellos pensaran por ti y te llevarán donde no quieres. Pregúntate por qué estas enfadado, de donde ha brotado tu preocupación, como es que has comenzado a estar nervioso y veras como esta indagación resulta curiosísima y divertida. Ser lo que cada uno es se ha convertido en un curioso desafío.

No se para que vivo, pero he aceptado vivir lo que la vida me traiga sin juicios de valor, con más de sesenta he llegado a la conclusión que no quiero perderme nada ,quiero aprender lo que pueda, quiero apreciar el sabor de lo que me ofrezcan, oler las flores , amar a la gente acariciar a los animales ,jugar con los niños. Estoy dispuesto a que la lluvia me moje, a tener frío en invierno y calor en verano, No quiero privarme de nada puesto que todo es bueno, la vida es un viaje esplendido que hay que saber aceptar y para vivirla solo tenemos que evitar una cosa: El miedo •