Feijóo tiene que empezar la limpia por los chiquilicuatres, y aquí tiene unos cuantos

Las cavernas del Partido Popular han demostrado que solo necesitan 24 horas para cargarse al líder de turno, y Feijóo no tiene ninguna voluntad de acabar apodado como "El Breve".

Para ello Alberto Nuñez Feijóo tiene un largo camino que recorrer para pasar de lehendakari compostelano a líder de la derecha española y, quien sabe, quizá presidente de gobierno de todos los españoles, desde los legionarios de Fuerteventura hasta los aberchales de Guernica. Es un camino, que en caso de transitarlo con éxito le cambiará hasta el mote, de Feijóo a Nuñez, pasando por simplemente Alberto.

En Madrid, este camino, puede ser paseo, pero para ello son necesarios unos pasos que de no darlos lo convertirían en calvario. La música inicial suena bien, ya que es él mismo quien ha venido a indicar que “Política para adultos” del literato Mariano Rajoy es uno de sus libros de cabecera, que toca hacer política con profesionales con experiencia previa y que el instagram es solo para los cuarentones de nuevas generaciones, si cabe.

Estos pasos se iniciarán con la supresión del sector chiquilicuatre; notemos que el intrigante Carromero ya está amortizado, su jefe Almeida acaba de ser empitonado por la justicia por un Lamborghini de “ná” y después caerán el resto, desde Camins y Terol, hasta nuestros Rubio y Crespo. Después vendrá el sector Tabernario, aquí ya no se tiene que preocupar por Martín, sigue de Alcalde, pero ya no tiene quién le escriba; los afiliados le despreciaron y los eventuales instagramers que le pagábamos entre todos ya son historia. Completar la liquidación del grupo de tabernarios no le será fácil, Ayuso y Rodríguez son duros de roer, pero en Villa son cenizas. Por último tendrá que liquidar al sector Fontanero, ahí no le arrendamos la ganancia, Villaviciosa se sentirá reconfortada con que devuelva a Estrada al cubículo de Génova del que llegó.

Y como, para el que aún no lo sepa, el Raulísmo y la aventura política del óptico Martín Galán está muerta y en espera de entierro, desde esta sección no le vamos a dedicar más letras. Las que nos quedan serán para Putin y los que le ríen las gracias, en público o en privado.

El debate no es Guernica ni Paracuellos, a nosotros nuestra guerra ya nos la contaron hace muchos años nuestros abuelos, y su versión la tenemos grabada en el alma.

El debate a abril de 2022 es si Putin es un ultranacionalista genocida que una vez detenido debe ser procesado, bien por los compatriotas y las leyes de lo que quede de Rusia, bien por un tribunal internacional que le garantice un juicio con unas leyes más humanas que las de la Rusia que él pastorea•